Hola chicas! ¿Como las trata este otoño? Por ahora viene
lindo por eso aprovechen para hacer todas esa cosas que solo
se pueden hacer al aire libre porque después será tiempo hacer todas cosas encerradas, bajo
techo y con calefacción. Por eso nada más bueno que en esas épocas que irnos de
feria,¿no?
Y por eso hablando de ferias aprovecho para presentarles a
esta hermosa historia emprendedora. La historia le pertenece a Tamara quien nos
cuenta como fue el camino hasta encontrarse con su verdadera pasión y darle
vida a Balcazar. Una marca de “calzado de autora” (como ella bien lo dice).
Porque le pone todo el amor y dedicación a cada uno de sus diseños y eso no
solo se refleja en lo que dice sino también en lo que hace.
Esperemos que disfruten de esta bella historia que se
entremezcla con recuerdos e inspiraciones heredadas que seguramente les hará
sentir identificada.
Me
llamo Tamara, me dicen Tamm, tengo 27 años, soy mamá de Vera de 1 año y medio y
también soy diseñadora de calzado (aunque me gusta más decir que hago
zapatitos).
A los meses, con
ayuda de mi pareja y familia, decidí renunciar a mi trabajo en relación de
dependencia y lanzarme con mi marca de calzado artesanal: Balcazar. Primero vendiendo a
amigas y conocidas. Y a los tres meses
hice mi primer envío al interior del país. ¡Ese fue un momento de gran alegría!
Una de las personas
que marco mi infancia con su tenacidad, temperamento y el volver a intentar
continuamente fue mi abuelo Rufino Balcazar. Era albañil no sabía leer ni
escribir, pero eso no era impedimento para él.
Ese mismo empuje y perseverancia que él me transmitió de chica es el que
siempre tengo presente en cada colección, en cada modelo que tengo que darle
una vuelta de tuerca, en cada número que no cierra y en todo lo relacionado a
mi esencia como emprendedora.
¿Qué te inspira a
la hora de crear?
¡Las
texturas! Me encanta mezclar texturas, un cuero liso con uno grabado, un charol
con un cuero texturad o uno mate con otro brilloso. Hace un año y medio que mi
hija Vera me inspira en todo lo lúdico, en poder mezclar texturas y colores.
También soy fanática del color violeta, y siempre esa gama esta en mis
colecciones presente en algún modelo o detalle.
Hago
zapatos para mujeres que pisan fuerte, que los zapatos sean protagonista en el
cotidiano andar. ¡Eso me inspira!
Mi
producto estrella es sin dudas el modelo RUFINAS, es la primer sandalia que
hice, la hago todos los veranos, la voy mejorando, puliendo y siempre ¡triunfa!
La vendí
mucho y el rango de edad de las clientas que la compran van desde una chica de
15 años hasta una mujer de 60 años. Yo las amo, son lo más cómodo que existe (y
obvio que el nombre es por mi abuelo Rufino).
¿Qué tenés planificado para el
futuro?
Lo que
quiero es posicionar la marca, que la gente conozca la calidad de mis zapatos,
todo el laburo artesanal que llevan. También me gustaría lanzar una línea mini
(caminantes hasta los 2 años), hice para mi hija un zapatito y una sandalia,
pero necesito muchas pruebas e interiorizarme más.
Y en
este momento estoy armando la colección invierno 17, que espero que guste mucho.
Lo que
me dejo mi emprendimiento es la libertad.
Trabaje mucho en relación de dependencia y disfruto tanto el trabajar en
casa, en tener mi taller, en poder criar a mi hija. No cambiaría en absoluto el
trabajo que elegí por más que en cada comienzo de colección este desbordada.
Siempre
me asombra que haya mujeres que les gusten mis creaciones, me llena de
felicidad cada vez que me escriben después de que llega el envío con sus
zapatos.
También
quiero remarcar que aunque haya hecho dos cursos de calzado, de los que aprendí
y aprendo muchísimo son de mis talleristas, ellos son los que tienen la posta. (terciarizo la costura y
ensuelado).
Una
anécdota del año pasado (en un momento no tan bueno donde decidimos con mis
colegas y amigas cerrar el showroom, que abrimos con tres marcas de diseño),
justo el 13 de octubre cuando mi hija cumplía un año, me contactan del
Ministerio de Cultura de la Nación para preguntarme si quería participar en una
campaña con mis zapatos. Y con esto quiero decir, que el mundo del emprendedor
es así, mucho vaivenes tanto económicos como emocionales, pero aunque suena
cliché no hay que perder el norte por el cual empezamos, el mío es que amo
hacer zapatitos.
¡Y
ojala lo siga amando porque es hermosos lo que hace!
¿Les
gusto su historia? Seguro que unos cuantos de
nosotros tenemos esa persona que nos inspira y es el referente a la hora de tomar un camino
distinto y es el que también nos empuja a seguir en esos momentos difíciles.
Todo tenemos esa persona que nos ha dejado una huella y nos guían desde donde
quiera que estén.
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